Voy caminando por un bosque desierto,me
acompaña gente que no conozco y no es nada para
mi. De repente siento el despertar de un instinto
sagrado, de un sueño de libertad. Corro como el
viento a buscar aquella flor, esa que alguna vez te
regale.
Pero hoy no es mas que una rosa en un libro, hoy
no supera ningún atardecer. Me embarga una
emoción agridulce, por lo menos antes tuve un
amanecer, aunque hoy me de cuenta que el sol no
era amarillo sino marrón y las nubes eran pesadas
como las piedras.
Vuelvo a correr, no paro hasta que me duele el
pecho, escupo mi alma, esa de madera como te
conte, y la pongo a secar al sol. Mientras miro un
nuevo amanecer.....
sábado, marzo 29, 2008
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